Matías Arezo, el pibe de oro que no sabe que lo es

Por: Lic. Joaquín Pisa

El barrio Nuevo Paris se quiebra de calor pero está tranquilo a la una y media de la tarde. Algunas personas caminan lento, como para no sudar más de lo que ya sudan, otras van en su auto apuradas para llegar a su destino. Pero Beckham e Iker, los hermanos de Matías Arezo, disfrutan de la piscina estructural que hay en el frente de su casa. El nombre Beckham le gustaba a su madre, Iker le gustaba a Matías, por ser fanático del Real Madrid en su momento y por querer tener un golero para el cuadro de fútbol 5 de su familia. Matías no fue por ningún futbolista.

Mientras la madre los trata de hacer salir y vestirlos, aparece el futbolista de River, que se estaba bañando tras entrenar en el frente de su casa, al lado de la piscina. Para el invierno también se hizo un gimnasio en un cuarto. En su tercer día de vacaciones Arezo está más cómodo que nunca en su casa, con su familia. Si se tiene que definir con una palabra es “familiero”. Es más, doblega la apuesta y dice que “Matías Arezo es la persona más familiera que puedas encontrar”.

Un metro casi ochenta, morocho, de pocas palabras pero sin dejar una pregunta sin responder, tímido pero no introvertido. Le cuesta sonreír cuando alguien lo está entrevistando pero a veces se le escapa. Tiene las manos juntas y no las suelta, ni para hacer un ademán. Está vestido de bermuda beige y remera negra. Matías Arezo a simple vista parece un pibe más del barrio, como mucho un futbolista más. Pero es la estrella de River Plate y, como todos ya lo dicen, una de las futuras estrellas de Uruguay en el mundo fútbol.

Habla desde uno de los sillones del living, secundado por unos peluches. A su derecha hay un parlante negro bastante grande y conectado a un celular. A su izquierda una Smart Tv que tenía pausada una película de Rápidos y Furiosos. Al lado de la tele hay una gigantografía de su hermano Iker, de su quinto cumpleaños.

El principio

Matías Arezo llegó a River Plate a los 8 años, hace una década. “Yo jugaba baby. Estuve en el 3 de Abril desde los 4 años. De un día para otro quise probar nuevas cosas y mi padre me llevó ahí. Empecé en Cáceres, me quedaba un año de cancha chica”, cuenta Arezo.

Empezó en el baby fútbol, pasó a AUFI, y rápidamente ingresó a la séptima división de River. Su primer técnico fue Anibal Saralegui. Y ahí se descontroló todo, porque Matías hizo 58 goles en una temporada.

La explosión temprana de Arezo hizo que su andar por juveniles fuese rápido y entreverado. Ya en sexta división le dijeron que iba a entrenar con la primera de River. Tenía 15 años. Entrenaba en la semana con el plantel principal y en los fines de semana jugaba con su división. Era un salto de edad importante.

Joaquín Pisa– ¿Cómo se hace ese proceso de acostumbrarse?

Matías Arezo Cuesta. Entrenás con una persona y jugás con otra. Es algo difícil de contextualizar porque son cosas diferentes. Son dos formas de entrenamiento diferentes, somos todos personas diferentes. Era entrenar de una forma para jugar de otra y cuesta acostumbrarse.

JP- ¿En qué te ayudaba entrenar con gente más grande y en qué te ayudaba jugar con gente de tu edad?

MA- Quizás en ese momento a mejorar lo personal más que nada, que después en el momento de bajar a jugar se notaba más. Mejorar personalmente en detalles que cuando uno llega a primera tiene que mejorarlos sí o sí si te tiene que poner a la par de los compañeros, que después en juveniles se nota la diferencia.

JP- ¿Y en el aspecto del relacionamiento no te costaba a veces no compartir entrenamiento con tus compañeros?

MA- Yo intentaba entrenar una o dos veces con la categoría que me tocara jugar para el relacionamiento con los compañeros, que siempre tiene que ser bueno

Matías Arezo maduró a los 15 años. A esa edad la mayoría de las personas piensa en el próximo cumpleaños de 15, en empezar a ir a los bailes, en las notas del liceo y en pelearse con sus padres. Él pensaba en adaptar detalles para ponerse a la par de adultos de la primera división de River.

Para ese proceso Arezo necesitó mucho a su familia para poner los pies en la tierra. Cree que tener “la familia bien” es fundamental, tanto como entrenar y mantener un buen momento de forma en la cancha. “Cuando las cosas están bien en casa y en los entrenamientos las cosas van bien”, esa es su receta.

Lleva diez años en River, donde le pasó de todo. Muchos clubes le ofrecieron irse y estuvo cerca de hacerlo, pero algunas personas del club de su confianza, y su padre, lo convencieron de quedarse.

Su padre también lo convenció de no dejar el fútbol. Arezo recuerda que lo pensó en un momento que las cosas no se le daban, “que uno iba, entrenaba, se rompía el culo todos los días y no se te da, no se te da, no se te da y decís ‘pa, ¿estaré haciendo algo mal o esto no será pa mí?’». Pero su viejo estuvo para decirle que “le metiera tranquilo”, que el momento se le iba a dar.

El debut

El momento llegó con Jorge Fossati. Jorge Giordano lo había puesto en el banco de suplentes para los partidos por Copa Sudamericana contra Colón pero no había llegado a debutar. Cuando llegó el actual técnico de River la confianza fue instantánea. “Me agarró cuando llegó y me dijo que esté preparado, que las cosas se iban a dar, y así fue. Cuando me tocó debutar tenía la tranquilidad del respaldo de los compañeros y de él”, recordó Arezo, que debutó contra Progreso en el Saroldi el 14 de julio de 2019, por la primera fecha del recordado Torneo Intermedio 2019.

En ese torneo Arezo convirtió tres goles en ocho partidos. Su primer gol fue contra Juventud en Las Piedras, de cabeza, tras centro del Ojito Rodríguez. Salió corriendo a abrazar a su padre en la tribuna, solo impedido por el vallado. Después estrenó su conteo contra los grandes con el 1-0 a Peñarol en la sexta fecha, y empezó su racha aún activa contra Danubio (5 goles en 4 partidos) para meter a River en la final del torneo que terminó en las manos de Liverpool.

Para este arranque tan meteórico fue clave el rol de Fossati, a quien Arezo destaca como una persona muy abierta, siempre dispuesta a escuchar opiniones. “Él es mucho de hablar conmigo para que yo esté bien, esté cómodo. Voy a estar siempre agradecido porque fue la persona que me puso adentro de una cancha en primera división, el que dio comienzo a mi carrera”, agrega.

También fue importante su compañero de ataque Juan Manuel Olivera, que debutó en la primera de Danubio antes de que Matías naciera. Por esto el trato con él es casi de padre- hijo. “me ayudó mucho al momento de subir, siempre pendiente, corrigiendo. Fue más paternalista porque él ya vivió toda una carrera y tiene mucho para enseñar”, explicó el delantero.

2020

El 2020 de Matías Arezo arrancó en el Preolímpico Sub-23 jugado en Colombia. Daba 6 años de ventaja, pero está acostumbrado. Le convirtió un gol a Argentina en la fase final, donde Uruguay no logró clasificar a los Juegos Olímpicos.

Llegó con lo justo a los primeros partidos de River en el año. Llegó a jugar solo un partido de cinco de titular, contra Cerro (0-0 en el Troccoli), antes de que la pandemia del coronavirus nos invadiera la vida a todos, y de paso suspendiera por meses al fútbol.

Además del gimnasio personal que armó en su casa, Arezo salía a correr siempre que podía al Prado. Dice que su familia no sufrió tanto la pandemia, y que la vida cotidiana familiar no cambió tanto, salvo por una persona: Iker.

JP- ¿Fue distinto tener a tus hermanos acá en casa?

MA- Obviamente. El enano chico hace un relajo bárbaro jaja. Lo mejor es cuando se va a la escuela, por lo menos descansás un poco. Bueno hoy, imaginate, va de la piscina a jugar allá, moja acá, moja allá, tenés que andar atrás de él. Iker es el más pesado de todos.

JP- ¿Vos eras igual?

MA-  No, yo tranquilo, andaba todo el día con mi abuela.

Cuando volvió, lo hizo con todo. Gol contra Danubio en el primer partido después de cinco meses, y 3 goles más contra Cerro Largo, Wanderers y Rentistas (este último un golazo). Todos de visitante. Sin embargo a River Plate no le fue bien en el Apertura, en el que terminó doceavo con 15 puntos en 15 partidos.

El Intermedio y la Copa Sudamericana mejoraron la imagen final de un año rarísimo para el club. En el primero River quedó segundo en su grupo con 13 puntos en 7 partidos. Le faltó poco para la clasificación a una segunda final consecutiva, y Arezo fue clave para tal papel, con 5 goles en 6 partidos.

En el segundo el darsenero tuvo una noble actuación internacional, en la que alcanzó los octavos de final. Arezo tuvo su mejor momento contra Atlético Nacional en el Parque Viera, cuando anotó dos goles para eliminar a un grande de Sudamérica. “Me sentí muy bien, era un partido decisivo para el club, era lindo. Nos merecimos irnos como nos fuimos de ese partido, con un resultado muy favorable”, recuerda.

Luego llegó la eliminación contra la Universidad Católica, y el desenlace ya mencionado en el Intermedio. Al delantero le duele haber quedado eliminado de ambas competencias por igual, porque cree que el plantel del club estaba para competir en todos los frentes.

Si hay algo que Matías destaca es el plantel, con el que tuvo que compartir días, incluso semanas de encierro por las burbujas sanitarias que se imponían a los equipos que competían internacionalmente, sumadas a las que se pedían en el ámbito local.

JP- ¿Cómo es el plantel en el día?

MA- Es lindo. Nosotros vamos de tarde, es lindo estar toda la tarde ahí, hay un plantel divino en River, es un lugar lindo de estar ya de por sí, a cualquiera le preguntás y te dice lo mismo. Es lindo estar ahí porque bueno, se comparten charlas, se comparten mates, y siempre estamos ahí, todos juntos, nadie se aleja. El Saroldi es un lugar lindo de estar, es un lugar lindo para compartir momentos con los compañeros. Debe ser uno de los lugares más lindos para poder estar en una burbuja.

JP- ¿En algún momento de una burbuja medio larga no te aburriste de algún compañero medio jodón?

MA- ¡Noo, no! Es lindo, se destaca la unión que tiene el grupo, la felicidad con la que se vive el día a día. Así es más lindo, es más llevadero. Ya si tenés un grupo no tan bueno es complicado.

De ese plantel su mejor amigo es José Neris, hoy también su compañero de ataque. También fue su compañero de habitación durante todas las concentraciones, y es su amigo por fuera del fútbol, algo que cree que se refleja en la cancha. “Al estar todo el día juntos en la cancha te entendés de otra forma, uno se corrige en los entrenamientos, ‘vos hiciste esto mal y esto bien’, es muy lindo”, expresó. La dupla explotó en el Intermedio, con un total de 9 goles y 3 asistencias entre los dos.

La selección

En medio de este año tan convulso a Matías Arezo también lo llamaron por primera vez de la selección mayor. En un momento donde solo se podían cubrir bajas con jugadores del medio local, Tabárez decidió que era una buena oportunidad para citar al 9 de River, en ese momento de solo 17 años.

El destino le jugó una mala pasada. Estaba contracturado, y los médicos decidieron que no era adecuado que fuese al Complejo Celeste para ser parte del plantel. Como casi todo lo que le pasa en la vida, Arezo se lo tomó de forma tranquila: “No te podría explicar el momento porque ni yo lo podía creer. Vino Leo (Rumbo), me dijo, y quedé ahí, no entendí mucho, no me llegaba, veía rumores por todos lados. Intenté salir de lo que era, me entré a bañar”, recordó.

Su próximo desafío con la celeste es el Sudamericano Sub- 20 que se disputará este año en febrero. El objetivo más claro de Arezo es ganar algo con la selección. Se quedó con la espina del Sub- 17, cuando no logró llegar al mundial, y también con el Sub- 23 del año pasado. Otra vez, dará dos años de ventaja, pero esta vez todos los ojos van a estar en él.

El futuro

“Vale 20 millones de dólares”, dijo el presidente re- electo de River Willie Tucci.

Veinte. Millones. De. Dólares.

Veinte millones de dólares pueden tentar hasta al más ortodoxo de los cristianos. Pueden ensuciar al más sucio de los políticos. Pueden subirle los pies hasta al más mortal de los mortales. Ese es el dinero que dicen que vale Matías Arezo.

Ni vos, ni yo, ni casi nadie sabe qué son veinte palos verdes. Para hacer una mínima aproximación: 90.000 acciones de Microsoft, 10.000 Playstation 5 (precio de Uruguay) y 1.206.272 ediciones usadas del disco Gusano Loco, de Níquel.

Matías tampoco sabe lo que son veinte palos verdes. Tampoco le gusta saber que es el precio que piden por su traspaso a Europa, Brasil, Argentina, Norteamérica, donde sea.

JP- ¿Qué pensás cuando un presidente de un club dice «20 millones de dólares»? ¿Qué pensás cuando te dicen «20 millones de dólares»?

MA- Y nada, eh… no sé si me lo tomé tan bien en ese sentido. No sé si no es más que nada porque uno está en un buen momento y… no sé si me la tomé tan bien esa noticia. Obviamente uno si lo piensa… se hablan de millones como si fueran miles y… uno es joven, no llegó a entender lo que es y… pero ta, la verdad intento tomar la noticia con tranquilidad, obviamente si me toca dar el salto siempre dije: dejarle lo mejor a River, que fue el club que me dio todo.

JP- ¿Cómo se procesa el momento en el que uno está por pegar el pase? ¿Quién te ayuda en ese proceso?

MA- Yo la verdad intento estar enfocado en lo que estoy haciendo. Si hoy estoy en River mi cabeza tiene que estar en River. No puedo estar pensando en otro club cuando estoy comprometido con el club en el que juego. No puedo estar pensando en un pase si tengo un partido el fin de semana. Intento estar metido en River, ocupar el menor tiempo posible viendo los rumores que salen, y bueno, estar para el club, para los compañeros y para lo que pida el técnico.

JP- ¿Cómo se hace para sacar la cabeza de esas cosas con 18 años?

MA- No entrar en todo lo que se ve en las redes, el «está sonando para allá». Intentar salir de eso, estar tranquilo, disfrutar de los momentos chicos acá en casa. Es lindo disfrutar de un mate sentado afuera, es lindo disfrutar una película sentado acá adentro. Disfrutar eso, no estar tanto mirando que te vas para acá, que te vas para allá. Disfrutar del día a día, disfrutar de momentos, ahí es cuando despejás la cabeza.

JP- ¿Cuándo te diste cuenta que se armó todo este revuelo de Matías Arezo?

MA- Cuando Willie dijo la cifra esa, ahí me di cuenta que me podía tocar. Pero nada… lo intenté afrontar con tranquilidad, no enloquecerme. Estoy en el club que me abrió las puertas para ser lo que soy hoy en día y llevarlo con tranquilidad, saber que el momento que tenga que llegar va a llegar, no hay apuro.

Matías Arezo quiere volver a estudiar. En este momento piensa en ser director técnico cuando termine su carrera. Se proyecta a largo plazo, se siente cómodo analizando fútbol, analizando sus propios partidos. Mira partidos de Europa, le gusta la liga italiana porque tiene un estilo de juego similar al uruguayo, más directo. Le gusta como mete Cavani.

Pero no todo es fútbol. Matías Arezo proyecta a largo plazo, antes que cualquier otra cosa, que su padre, ese que trabaja todo el día, el que le dijo que no se rindiera con el fútbol, que su chance iba a llegar, no trabaje más. No le interesan mucho los autógrafos y las cámaras, solo quiere ser un ejemplo para su familia, porque “la familia es la familia y es la que siempre va a estar”. Aunque el destino lleve a Matías, la joya de River, el pibe de oro que debutó a los 16 años y hasta pareció un poco tarde, a otros país o a otro club, por veinte millones o por lo que sea, de lo que podemos estar seguros es con quiénes va a emprender ese viaje.

Fotos: Romina Beleda y Facundo Pintos

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4 comentarios.

  • Nico Darsenero
    enero 16, 2021 10:34 pm

    Un fenómeno Matías y un fenómeno Joaco , tremenda la entrevista y me copa la nueva sección

  • Muy buena la entrevista, para acercarnos y conocer la otra cara de Matías.
    En cuanto a él, un gran jugador que River debe cuidar y aprovechar al máximo, un diamante en bruto que Fossati debe saber llevar y rodearlo. En la cancha deben explotar todas sus cualidades y hacer el fútbol que le es mejor para potenciar su juego en beneficio de River.

  • HÉBER AMÉRICO GONZÁLEZ
    enero 20, 2021 4:14 pm

    EXCELENTE ENTREVISTA, GRANDES RESPUESTAS, UNAS Y OTRAS MADURAS, UNA JOYA Q HAY Q GUARDAR. FELICITACIONES JOACO Y MATÍAS, LOS DOS VALEN MUUUCHOOOO!!!

    • HÉBER AMÉRICO GONZÁLEZ
      enero 20, 2021 4:16 pm

      PERDÓN, INCLUYO TAMBIÉN EN LAS FELICITACIONES A ROMI BELEDA…

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