Escribe: Heber Américo González.
Periodista.
En el mediodía del sábado River Plate le ganó 2 a 0 a Plaza Colonia pese a que el marcador debió ser más abultado. Desde el principio el local marcó la cancha e impuso las condiciones del partido haciendo sufrir a la visita con permanentes llegadas de peligro sobre su arco. La victoria era muy necesaria para reafirmar distintos conceptos y, obviamente, para tener unos días de trabajo con otro aire interno. Nos quedó una fea sensación cundo vimos salir lesionado al “Chory” Gonzalo Castro, manija indiscutible de éste plantel darsenero. El final nos puso arriba en las posiciones pero nada es definitivo, esto recién comienza, quedan por delante 13 finales.
En el primer tiempo costó unos minutos tomar el control del partido y, tal vez, cuando llegó el gol de Thiago Borbas ya estaba en poder de River el dominio del encuentro. Manejo del balón con claridad, llegadas por las bandas y una constante presión sobre la salida de la visita hacían suponer que el gol de apertura estaba cercano. Y llegó sobre los 24’ cuando nuestro goleador tomó una pelota y de sobrepique la metió contra el palo del arquero de Plaza para convertir el primero, y darle un poco más de tranquilidad al darsenero. Luego se sufrió con una llegada al arco de Ichazo por un cabezazo que pasó muy cerca. Y ya en los descuentos, el árbitro Riveiro pita un penal por falta de Greising a Ocampo que, después de seis minutos de espera, el VAR desestima por posición adelantada. Así nos fuimos al descanso.
En la segunda parte, de comienzo, River se mostró dueño de las acciones. Y ésta situación se comprueba cuando aparece al minuto, un nuevo desborde de Ocampo por izquierda y una definición que obliga a la defensa a sacarla en la línea cuando se gritaba gol. El circuito armado entre Ocampo, Pablo López y Castro siempre dio sus frutos generando peligro para el rival. Antes de los 10’ de esa segunda mitad Borbas presionó una vez más, ganó el balón, eludió a Guirin y la pelota derivó para la entrada de Urretavizcaya que anotó el segundo gol darsenero. De ahí en adelante el arquero de la visita se transformó en figura ya que sacó tres pelotas que iban con destino de gol, dos veces a Borbas y una a Nicolás Sosa. Muy poco más para resaltar de un partido en el que el dominio del juego y el protagonismo fueron siempre de River Plate.
Ahora se viene Boston River en un campo de juego presuntamente inapropiado según las palabras del propio entrenador Ithurralde. Una situación que será igual para los dos pero que, y esto es lo que importa, a River lo incomoda y no le permite jugar como se siente. Habrá ausencias por quinta amarilla y por lesiones, pero eso no impide seguir creyendo que éste plantel está perfectamente capacitado para salir adelante sin problemas. Esperamos y apostamos a otra victoria, pero más importante aún es que aspiramos a seguir consolidando el funcionamiento del equipo.