Escribe: Heber A. González
Periodista
En la tercera fecha del Clausura vino la primera victoria para el darsenero. Merecida, contundente y, principalmente, trabajada de principio a fin del partido. ¿Y por qué son más que tres puntos? Porque es un triunfo que no asegura nada pero que tonifica para seguir trabajando, logrado ante un difícil rival en su casa como siempre es Defensor Sporting y, además, obtenido con personalidad y mesurada confianza. Un River que sigue mostrando su cantera, desde el arco con el debut de Fabrizio Correa, pasando por el permanente ascenso de juveniles, Arezo, Neris, Borbas, Guzmán Rodríguez, Galletto, Quintana, Machado, Silvera y alguno más que quizá se me escape. Largarlos a la cancha no es “manotón de ahogado”, es una decisión meditada y fruto de un profundo análisis.
¿El partido? Salir a la cancha con cinco cambios con respecto al partido anterior denota, sin dudas, la intención de dar vuelta la pisada sin buscar culpables que no es lo esencial. Desde el arranque se notó la preponderancia que iba a tener nuestro mediocampo. Píriz, Montiel y Ospitaleche tuvieron un gran despliegue, con dinámica y velocidad, plantándose firme en el campo de juego e incomodando a los rivales, como González y Cardaccio que mostraron sus “malas mañas” cuando las cosas no les salen bien. En los primeros 20’ ya habíamos tenido cuatro chances claras de gol, dos con Arezo protagonista, una de Ospitaleche y un cabezazo de Ribair apenas desviado. A falta de 20’, Defensor empareja un poco las acciones pero sin poner en peligro nuestro arco. Y así nos vamos al descanso, con el marcador cerrado por nuestra falla de definición.
En el complemento es el local que se lanza a la ofensiva pero sin incomodar a Correa y cuando llegamos al primer cuarto de hora de ese segundo tiempo Montiel, con un movimiento de cintura, deja a Méndez y Cardaccio por el camino y le pega de zurda a la derecha del arquero, contra el caño, para poner la merecida apertura y abrir el camino del triunfo. El dominio darsenero continuó y así llegaron chances para Montiel otra vez, Galletto y para Arezo. Hasta que casi en el final del encuentro, Galletto despeja el balón en nuestra área, Ospitaleche lo recoge y con visión despejada pone el balón delante de Borbas que con velocidad y confianza en sí mismo deja los rivales por el camino, enfrenta al golero y define de derecha, lejos del arquero y sentencia el partido con un 2 a 0 más que justo. Aún quedan algunos segundos para una peinada de Montiel otra vez a Borbas que define apenas desviado. Fin del partido.
Una linda victoria y sin tiempo para festejos ya que toca pensar en lo próximo, nada menos que el difícil y necesitado de puntos, Danubio en casa. Otro encuentro, otra historia y la espera es con la misma fe y esperanza de siempre en cuerpo técnico y plantel. HAY TRABAJO, HAY ESFUERZO MEDITADO Y PROFESIONAL, LOS JUVENILES DE RIVER SIGUEN APARECIENDO EN LA MEDIDA NECESARIA Y ESO TAMBIEN NOS DEJA CONFORME (aunque a otros no). EL PLANTEL DE FUTBOLISTAS TIENE LA SUFICIENTE CLARIDAD PARA SABER LO QUE NOS JUGAMOS EN CADA PARTIDO. VAMOS RIVER!!!
1 comentario.
Muy buen triunfo, de visitante, de esos triunfos impostergables, que sirven directamente en dos tablas e indirectamente con rivales, si se pudiera lograr los dos puntos contra Fénix quedaríamos a 3 de la punta.
Contento con los juveniles, NO contento que la idea es subirlos para que jueguen un tiempito y venderlos. Se debería trabajar con ellos y el mismo entrenador por lo menos 3 años sin desmantelar y traer 1 jugador que haga diferencia por línea, ahí si me demostrarían que quieren ser campeones y no conformarse con clasificar a una copa, porque yo todo lo que juego lo quiero ganar y no solo participar y agarrar unos pesitos.
Buen triunfo, para subir en la tabla, y tomar confianza.
Ahora con todo en casa contra Danubio para luego ir por la revancha contra Nacional por el partido que nos perjudicaron en el Intermedio, demostrarles que somos mejores y que nosotros deberíamos haber jugado la final con Wanderers.