Una victoria más que merecida: 3 a 2 a Liverpool

Escribe: Heber A. González

Periodista

En los descuentos, cuando parecía que el empate era el final, apareció el juvenil Thiago Borbas y puso el tercero para el darsenero que dio vuelta un partido con mucho en contra. Dos penales inexistentes cobrados por Fuentes marcaron ese primer tiempo con la injusticia de un resultado inmerecido y en el que hubo pocas situaciones importantes.

En el primer tiempo no se pudo desplegar un buen fútbol, ni siquiera un buen juego, porque las dos acciones erróneas pitadas por el árbitro del partido generaron nervios y malestar. Es obvio que cuando se suceden dos hechos de ésa naturaleza los ánimos no son los mejores. En el primer penal se aprecia que la pelota enviada por Chacón recorre el pecho de Robert Herrera que, casualmente, tiene su brazo izquierdo para atrás y nunca toca la pelota, ni siquiera la roza. En el segundo penal cobrado en contra Guzmán Rodríguez y Ramírez van corriendo esperando la caída del balón y el darsenero pisa FUERA DEL AREA el pie del negriazul que cae dentro del área, no hay empujón ni nada parecido, JAMAS PENAL. Y así nos fuimos al entretiempo.

En la segunda mitad apareció otro River. Sin dudas, con una gran actitud y con fútbol de gran factura. Adelantando sus líneas, con agresividad en cada balón y con la incidencia del “Chory” Castro junto a Leites para generar el mejor fútbol de esa segunda mitad. Y entonces aparecieron los goles. Primero Boggio definiendo un buscapié de Castro y poniendo la pelota lejos del arquero Lentinelly; luego llega el golazo del “Ojito” Rodríguez con su especialidad: zurdazo implacable al ángulo y empate en el Saroldi. Y por último, para cerrar una tarde soñada, Thiago Borbas pone un zurdazo implacable ante pase del otro Thiago, Galletto, y victoria. Final para un partido duro y difícil pero con un resultado más que merecido.

¿Ganamos algo? No, nada aún. ¿Festejo? Sí, claro que sí, cuando se gana y de atrás se festeja, moderadamente, pero se festeja. Ahora, hay que sacar conclusiones. Primero el equipo con paciencia, con personalidad y buen fútbol sacó el partido adelante a pesar de los dos errores arbitrales que pudieron haber cambiado la historia de éste encuentro. Segundo, el entrenador hizo cambios que, realmente, cambiaron el partido. Y esto no va en desmedro de los que salen, muchas veces los que están afuera leen el partido para saber qué hacer si les toca. Tercero, nuestros juveniles, esos que muchos no ven o desprecian, siguen dándonos alegrías y tomando responsabilidades. La cantera darsenera no se agota y sigue dando nuevos valores al plantel principal. No somos un desastre por la derrota del estreno, tampoco somos los mejores del mundo por la victoria ante Liverpool, simplemente es un equipo en construcción que partido a partido, con ensayo y error, va HACIENDO EL CAMINO DE SIEMPRE. Desde afuera es bueno tener la misma paciencia que se tiene adentro para esperar lo mejor. Ahora se vienen dos más que complicados. Deportivo Maldonado y Cerro Largo, ambos de visita, serán anfitriones y buscaremos ser aguafiestas en casa ajena.