Escribe: Heber Américo González.
Periodista.
River salió al campo del Parque Central con Montiel por Galletto como único cambio con respecto al equipo que jugó en Perú ante Melgar por Sudamericana. Claramente la idea del cuerpo técnico fue que jugaran los que bajaron de la altura y cuando se necesitara aplicar cambios que cambien. Así el darsenero, sin apuros y con mucha inteligencia, se desplegó en el campo para ir ganando espacios y lastimar al rival. Y llegó el gol de apertura. Un lateral que llega al poste de Borbas, éste que habilita a Castro y su remate se incrusta contra el caño izquierdo de Rochet. Golazo, por su construcción y su concreción. Y unos minutos después aparece otra situación que tiene a Borbas dejando por el camino a la defensa tricolor y definiendo mal ante el arco local. El hecho que la primera jugada peligrosa en el arco darsenero aparezca a los 30’ cuando Ichazo salvó ante Trezza indica la eficacia del funcionamiento táctico de River. Fin del primer tiempo: 3 situaciones de gol para River y sólo 1 para Nacional.
En la segunda parte el trámite siguió siendo favorable al darsenero. Fuimos protagonistas insistiendo en llegar al arco rival a través de combinaciones peligrosas. En todo momento el equipo supo qué hacer, la línea de 5 no es un invento ni es una elección a la apurada. Todos los movimientos en cancha demuestran que hay trabajo para llegar a ésa táctica. Nuevamente, como en la primera parte, la jugada de peligro para Nacional llega a los 33’ cuando Fagúndez se lo pierde ante Ichazo. Ya estábamos con 10 jugadores y sobre el final llega otra perla más para el collar arbitral. Antes del final, demostrando la sed de victoria, Borbas se escapa a la defensa, se enfrenta a Rochet y ésta vez gana el arquero tricolor. Empate en un gol que a algunos dejará conforme, a River no, nos deja muy caliente porque debió ser victoria.
Algunas conclusiones: 1) Erramos muchos mano a mano que al final son determinantes. 2) El equipo merece un aplauso porque a las 48 horas de bajar de altura jugó en gran nivel frente a, nada menos, un grande como Nacionaly en el Parque Central. 3) El nivel arbitral es complicado, no hay dudas que hay errores para ambos lados aunque tal vez los perjuicios sean mayores para los cuadros menores.Veamos: en el primer tiempo amarillas para Salaverry, Montiel y Alfonso; en el segundo tiempo, a poco de empezar, hay un claro penal de Coelho que barrió a Castrodentro del área pero no se cobró; segunda amarilla para Salaverry en jugada de lateral con otra pelota en cancha sin que sea advertido por el árbitro; en el gol de Nacional se advierte una clara posición adelantada de Fagúndez que obstaculiza la visión de Ichazo cuando Ocampo saca el tiro al punto que se agacha para que pase el balón.
Vale la pena reiterar que nuestros resultados son producto de nuestros rendimientos pues, por ejemplo, si acertamos las chances que generamos seguro estaremos más cerca de ganar los partidos y si minimizamos los errores también. Ahora, a partir de la gestión de los grandes que no quisieron jugar entre semana, nos vamos al fin de semana para seguir con el Apertura y después viajar a Brasil. Siempre, siempre, con la confianza intacta en éste plantel de jugadores y técnicos que dan todo, que ofrecen todo su potencial al máximo.