River y Danubio no cumplieron la promesa.

Escribe: Heber Américo González.

Periodista.

Darseneros y franjeados jugaron un deslucido partido, con poco fútbol y sin emociones, nada que ver con lo que ambos equipos pueden dar y que hizo pensar que sería un gran partido. Y al final… ¿el empate fue justo? Quizá sí, por lo que se vio en el campo aunque de todos modos, hilando bien fino, las chances de mayor peligro las tuvo el darsenero pero no las pudo concretar en goles. En lo táctico se vio que River dejó atrás su línea de cinco y el fondo fue igual de efectivo y sólido como en los últimos partidos; en el mediocampo no aparecieron ideas claras para llegar en ofensiva y tampoco hubo un tránsito limpio en el campo ya que Danubio cortó mucho y muy seguido con infracciones tácticas que impiden hilvanar una jugada de varios toques. Al final se generaron pocas situacionesde peligro y los arcos no sufrieron un peligro notorio.

Después de los primeros minutos en los que la visita intentó mandar en campo River logró hacerse dueño del balón pero lo que no logró fue hacer peligrar el arco de Conde. Recién cuando llegamos a los 30’ Alfonso ejecutóun remate desde afuera del área que obligó una gran estirada del arquero visitante cuyo rebote lo tomó Borbasy su remate también volvió a ser tapado por el arquero danubiano. Las acciones fueron sucediéndose pero sin hacer pensar en la apertura del marcador. Con el tanteador cerrado se fueron al vestuario.

En la segunda parte el local salió decidido a ofender con peligro y entonces se vio un River desplegando un mayor ritmo al partido. Allí apareció otro remate, nuevamente de Borbas, que se desvía y le queda al “Chory” Castro cuyo disparo fue tapado por Conde, posteriormente fue Urretavizcaya que tuvo su oportunidad. Es bueno establecer que el arquero con el mayor trabajo fue el visitante y, fiel a su categoría, respondió en buena forma para sus intereses. No hubo más daños después de todo lo relatado y ambos equipos cerraron su participación en éste partido.

Queda la tristeza de la quinta amarilla de Montiel que lo aparta de un partido más que importante ante Deportivo Maldonado dentro de 15 días. En lo relativo al equipo se instaló la sensación de gusto a poco pues teníamos la gran oportunidad de ubicarnos en posiciones de privilegio. De todos modos queda mucho camino por delante en lo local, ahora nuevamente se cambia el chip y se instala la actividad internacional, viaje y partido ante Cuiaba el miércoles 27 y al retorno, el martes 3, la revancha ante Melgar. Después se vendrá el encuentro ante Deportivo Maldonado

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