Pecado y penitencia.

Escribe: Heber Américo González.

Periodista.

El empate en cero en el Prandi ante el local Plaza Colonia es un castigo no merecido pero ajustado a lo que se vio en cancha. River tuvo el protagonismo durante todo el partido, generó 5 situaciones de gol y tuvo 12 tiros de esquina a su favor pero no acertó a meterla en el arco coloniense, ya sea por intervenciones del arquero Guirín o defectos de definición. Así transcurrió el encuentro, y así también terminó, con empate en cero que es injusto para todo lo que generamos.

La primera mitad tuvo tan solo dos situaciones cerca de los arcos. Un remate definición de Suhr que se fue desviado y una pelota a la salida de un tiro de esquina que le queda a Clar y éste de zurda la manda apenas desviada cuando el arquero nada podía hacer. Esa primera parte tuvo predominancia en el juego el darsenero que se encontró con una muy sólida estructura defensiva del local que impidió la llegada a su arco. Desde los 20’ volcamos la cancha a favor con buenos circuitos, con posesión del balón continua, toques y proyección por los lados pero sin peligro para el arco del anfitrión. El final dejó atrás 45’ de un fútbol muy cortado, lento y sin sorpresas.

Apenas comenzado el segundo tiempo River muestra que sigue manejando el protagonismo y se vuelca al área rival. Así fue a los 3’ Borbas pone un gran cabezazo que salva el arquero. Lo mismo que unos minutos después cuando una unipersonal de Borbas lo deja frente al golero y su remate es desviado con una mano. Claramente se nota la presencia anímica de un equipo queriendo ganar que, aún con sus dos volantes centrales con amarilla –Montiel y Alfonso- logró prevalecer y hacerse dueño de las situaciones. Cerca del final vemos las corridas del imparable Lavega y la peligrosidad de Borbas que no pueden cerrar con gol pero igual preocupan al rival. Así se termina el partido, con empate en cero.

En el fútbol no hay merecimientos, hay concreciones. Tuvimos todo para golear, 5 chances claras de gol, 12 tiros de esquina y un Borbas que fue un permanente azote para la defensa de Colonia. El empate no conforma, obvio, es injusto pero cuando no aprovechas las situaciones de gol se queda con las manos vacías. Ahora se viene Defensor Sporting en casa, un violeta que viene creciendo de a poco y que siempre es un duro rival.