Triste y dolorosa derrota en Sudamericana.

Escribe: Heber Américo González.

Periodista.

La noche del martes nos fuimos del Campus con una enorme tristeza, al filo del llanto, con mucha vergüenza también. Y no es deshonra tener esos sentimientos porque al fin y al cabo somos DARSENEROS ante todo. Y todos eso no lo causa la derrota en sí, porque perder ante un equipo grande es posible, sino que la causa es la forma, los caminos que recorrimos para cosechar ésta derrota. Ni por asomo fuimos el equipo que se ha visto hasta el momento, River jugó su peor partido ante un rival que jugó su mejor encuentro.

Lo primero que surge es que tanto el plantel como el cuerpo técnico, conformado por profesionales de prestigio y experiencia comprobada, ya hicieron autocrítica y ahora, a partir de mañana, se comenzará a trabaja más duro que nunca para afrontar lo que viene en el Apertura.

Del partido quedan pocas imágenes rescatables del lado darsenero porque no tuvimos control del balón, no resistimos correctamente en defensa, apenas disfrutamos los chispazos del “Chory” Castro que sólo no pudo hacer demasiado aunque siempre sus ofensivas fueron nota de peligro para el rival. Fue llamativa la falta de sincronización que mostramos en las líneas y también el poco acierto en los pases. Nuestros balones siempre fueron interceptados en primera o segunda línea por los rivales y solamente tiramos una sola vez al arco de Cardozo. En el primer gol es indudable el acierto de un jugador que conocemos como nadie, Matías (Arezo) se dio vueltaluego de recibir el balón y sin mirar remató al arco. El tercero surge de una pelota que pega en el caño de Correa y cuando vuelve al campo no hay una rápida reacción para cortar el tiro de Milans. Y en el cuarto gol la fortuna acompaña a Matías ya que el rebote en nuestro arquero le queda servido con el arco vacío. A todo esto hay que agregarle que en ningún momento del partido generamos peligro, siempre fuimos un equipo dominado por Peñarol sin tener brechas o caminos para llegar al gol. Y justo es decirlo que cuando apareció la chance de un posible gol de penal el VAR “descubrió” offside de una hormiga y se esfumó esa oportunidad. Punto final a éste sufrimiento.

Lo primero que debemos aceptar claramente y sin vergüenza es que Peñarol nos pasó por arriba sin piedad y con contundencia por lo que la Sudamericana ya fue y ahora hay que poner foco en el Apertura. Lo segundo es pensar en el rival que se nos viene el lunes en el Saroldi: Deportivo Maldonado. Más que duro y difícil rival, muy complicado y que juega muy bien por lo que hay sacudirse el dolor de la derrota del martes y trabajar para hacer todo mejor. Lo tercero, compartible o no pero real, es que tenemos UN CUERPO TÉCNICO Y UN PLANTEL DE JUGADORES CON EXPERIENCIA, CATEGORIA Y PROFESIONALIDAD INDUDABLE y cometen errores como todos nosotros. Lo último, con todo respeto para todos los que opinan distinto, es que éste es el camino para llegar a lo más alto.

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