Empate ante Fénix con gusto a poco.

Escribe: Heber Américo González.

Periodista.

El sábado por la mañana fue empate con Fénix en su casa 0 a 0 y la primera sensación al salir del Capurro fue de bronca, de gran calentura porque dejamos dos puntos por el camino por falta de efectividad en el último tramo. No pudimos cerrar el partido ni siquiera cuando tuvimos superioridad numérica en el campo. La segunda sensación es que jugamos bien la mayor parte del encuentro y provocamos situaciones de peligro aunque el desarrollo del encuentro demandó soluciones para algunos desajustes. Aunque cueste reconocerlo la idea desde la tribuna es que el equipo va creciendo.

En la primera parte hubo paridad en el juego pues River Plate controló al local y se dedicó a intentar hilvanar jugadas de riesgo. Sin embargo aparece un envío al medio del área y Pereira anota el gol pero con la mano y, a instancias del VAR, se anula el gol. A partir de ahí el dominio y el peligro lo generó el darsenero cuando Rivero, Brunelli y Juan Cruz de los Santos, cada uno a su tiempo, estuvieron muy cerca de convertir.

En la segunda parte otra vez River se lanzó en ofensiva y a poco de comenzado Rivero define cruzado y contra un caño para poner el gol para River. Pero, una vez más, después de 6 minutos de espera el VAR mostró que el cordón de su zapato estaba en offside y por eso se anuló el gol. En ese tiempo se va bien expulsado Gabrielli y River se tiró a aprovechar esa superioridad numérica pero no se pudo romper el cero. Así se terminó el partido, con empate en cero gol y un punto para cada lado que, realmente, a ninguno le sirve.

Está claro que River Plate quiso ganar, sin dudas, y se enfrentó a un equipo que puso un cerrojo muy difícil de sortear. Pero también está claro que el equipo, en este camino, sigue creciendo y evolucionando. Este plantel que se ha ido armando sobre la marcha y que también ha tenido que poner en su punto idea algunos refuerzos está teniendo el nivel que se desea. Falta mucho, mucho aún, pero hay tiempo para trabajar. Ahora se viene uno de esos partidos que invitan, una ocasión para estar en el Saroldi acompañando con la mejor a técnicos y jugadores, jugamos el domingo de tarde ante nuestro vecino Wanderers que viene creciendo y juega muy bien. Será un partido muy especial para el que la atención y la concentración debe ser total, de principio a fin en el partido.

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