Escribe: Heber Américo González.
Periodista.
¿Cómo explicarlo? Anoche nuestro River tuvo una gran solidez defensiva y gran contundencia en la ofensiva, esasfueron las bases de una victoria por 2 a 0 (3 a 0 en el global) para dejar por el camino a Liverpool y meterse en la fase de grupos de la Copa Sudamericana. Grandes actuaciones individuales pero sobretodo, una gran mentalidad de “equipo” para ir y venir, meter en toda la cancha y, cuando se pudo, convertir.
En el primer tiempo pasamos alguna zozobra muy bien resuelta por Ichazo por un cabezazo, el único, de Carneiro. Por nuestro lado no hubo mayor nota de riesgo pues el balón no llegaba en buena forma a los delanteros. Era claro que en el entretiempo habría que modificar algún aspecto táctico para intentar tener otro protagonismo. De todos modos, si bien la pelota la manejó el rival, salvo esas instancias anotadas no hubo mayores emociones. La nota fea de ésta primera parte fue la salida por lesión de Roque Ramírez.
Todo se había guardado para el segundo tiempo. Nuevamente empezó mejor Liverpool pero fue River quien, a través de Sosa, puso un remate que se fue apenas desviado. Inmediatamente los dirigidos por Bava tuvieron una llegada de peligro que con un remate que se fue desviado. El “Chavo” Díaz le había dado ingreso a Thiago Galletto en ese segundo y éste envía un centro exacto, muy bien pensado porque cambia el sentido por donde venía el ataque, para que Nicolás Sosa ponga un cabezazo perfecto y contundente y así anote la apertura del marcador. Iban 63’ y con éste gol quedaron prácticamente liquidadas las pretensiones de Liverpool. River siguió haciendo un muy buen uso de sus posibilidades a partir de los espacios que el rival dejaba y así, una vez y otra más, Borbas de un lado o Urretavizcaya de otro, ponían velocidad y peligro. Hasta que sobre los 84’, Salaberry pone una pelota bien larga para la corrida de Nicolás Sosa, que se le va a su marcador y ante la salida de Lentinelly define a la izquierda del golero contra el caño y al fondo del arco logrando así el éxtasis de los que estábamos en la América. Divino gol, gran corrida y, ahora sí, ¡¡¡GOLLLLLL!!! con clasificación a fase de grupos incluida.
Cosas para guardar en la memoria. Un equipo, eso es éste plantel, un equipo que sabe lo que quiere en la cancha y, con más aciertos que errores, lucha por conseguir sus objetivos. Un cuerpo técnico que, más allá de las diferencias que siempre hay, planifica y prepara con justeza y convicción cada partido. Anoche se vio un River que se paró en cancha de acuerdo al rival que tenía enfrente y a las posibilidades y necesidades de cada uno. El “Chavo” Díaz no es el mejor técnico del mundo, pero con River está haciendo un gran trabajo en la cancha y, además, muestra un muy manejo inteligente y productivo de la cantera darsenera.
¿Qué ganamos? Mucho. Más de lo imaginado. Además del dinero (900.000 dólares en ésta instancia) River sigue posicionado en América como un club de proyección y tiene la chance de una competencia internacional a gran nivel que da madurez y prestigio a los jugadores. Pero bueno, el festejo ya está. Ahora se viene un rival tan o más difícil como es Fénix en el Saroldi, y el compromiso es el de seguir en la senda, continuar, aunque a algunos no les guste, HACIENDO EL CAMINO DE SIEMPRE.