Un triunfo con el sello de la casa.

Escribe: Heber Américo González.

Periodista.

Indudablemente comenzar ganando un torneo es muy importante. Y si a eso le sumamos primero que dejamos atrás una racha de empates, segundo que tuvimos ausencias importantes que fueron bien disimuladas y tercero que hubo dos debutantes de la CANTERA –la que algunos aún ignoran- nos da como resultado un equipo compacto, sólido en defensa, con buen y ágil mediocampo y una ofensiva que letal. Fue 3 a 0 y pudo haber sido algo más. ¿Cerrito muy mal? No, no, nada de eso, el rival jugó la primera media hora con intenciones de gol y tuvo chances que no terminaron en gol por Ichazo y los caños pero River ajustó líneas después y mejoró su rendimiento minimizando al auriverde. Un buen triunfo, un buen arranque, ahora hay que sostener lo hecho lo que no es poca cosa.

En la primera parte, luego de algunos intentos conjurados de la visita apareció la primera alegría para los dueños de casa. Urretavizcaya arrancó de contra, puso a Nápoli en carrera y éste, desde la línea de fondo, tocó para la entrada de Adamo que hizo un pase a la red en el día de su debut en primera. Mejor imposible. El mismo Valentín Adamo, queriendo y buscando siempre el balón fue motivo de peligro para la defensa visitante e incluso una habilitación suya pudo haber terminado en el segundo de gol. River se mostró muy bien en ese primer tiempo después que tomó el control del partido.

Apenas comenzado el segundo tiempo, Urreta metió el balón en el área y Adamo otra vez la empujó al fondo concretando el segundo gol del equipo y personal. Un partido aparte para Urretavizcaya que fue participante directo de los tres goles darseneros, un azote para los costados de Cerrito y un permanente surtidor para Adamo, para Borbas e incluso hasta para Affonso que apenas ingresó pescó un rebote que dio el arquero Larrea ante un remate del número 21 darsenero. Y hubo más ¡ohhhh! en la tribuna ante un remate de Adamo que dio en el caño o un cabezazo que pasó muy cerca del caño izquierdo. Cerrito no inquietó en ese segundo tiempo aunque no podemos perder de vista que el local aflojó un poco y permitió al auriverde que se acercara al área aunque sin real peligro.

Un buena victoria pero que se entienda, se ganó bien porque se jugó bien. Un buen comienzo de torneo. Ahora se viene Nacional en el Parque con todo lo que ello implica de dificultades. River debe salir al campo con la misma mentalidad, con la serenidad y convicción para hacer lo que se crea mejor y jugar sin apuros. Hay suficiente material para ganar y mucho trabajo para sostener el buen juego.