Una victoria con personalidad y valentía.

Escribe: Heber Américo González.

Periodista.

A veces se da como se piensa antes y otras veces tenemos que morder el polvo de la derrota. Esto siempre es así en fútbol. River derrotó a Racing de Avellaneda, a domicilio, por 1 a 0 y lo eliminó de la Copa Sudamericana y más allá del triunfo quedan comprobados algunos conceptos. Lo primero es el acierto total en el planteamiento táctico que puso el entrenador darsenero que se cumplió a cabalidad en ambos tiempos. Lo segundo es el nivel mostrado por todo los futbolistas que salieron al campo, sin desmayos, sin perder la concentración, aplicados a una idea y enfocados en el objetivo, con mucha valentía. Y lo tercero, obvio, es disfrutar del momento de un gran arquero producto de nuestras divisiones juveniles (LAS QUE ALGUNOS SIGUEN SIN VER NI RECONOCER) como Fabricio Correa que tuvo ése rendimiento necesario que tiene que tener un arquero cuando su equipo juega al límite como el darsenero. Racing no es cualquiera en la Argentina, es un grande y por tanto juega como tal. Y nos hizo sufrir, como era previsible, pero también nos otorgó espacios, como también era previsible.

En el primer tiempo nuestro planteo fue cederle la pelota al local y, bien parados, con inteligencia y aplicación, detenerlos y complicarles la llegada al área. Una gran labor de Pablo López y Nápoli por las bandas le impedía a Racing moverse con soltura para hacer llegar la pelota al área de la visita. Indudablemente la reconocida capacidad técnica de los futbolistas argentinos pudo, en algunas ocasiones, sortear ésta situación y poner el peligro el área darsenera. Ese primer tiempo se fue con marcador cerrado porque, fundamentalmente, Fabricio Correa, Aja y Brunelli, se transformaron en un muro infranqueable para el local.

En el segundo período estaba la gran sorpresa. El “Chavo” Díaz, que había pensado mil veces este partido, metió dos variantes fundamentales que terminaron por descolocar al local. Los ingresos del “Chory” Castro y de Ocampo se transformaron en armas fundamentales de peligro para el local. Es así que apenas comenzado, Ocampo primero y un cabezazo a la salida de un córner después exigieron al arquero Tagliamonte que evitó la caída de su equipo. Luego fue Borbas que recibió otro pase del “Mono” Pereira y su remate no tuvo consecuencias de red. Y cuando pasaban los 20’ Castro ejecuta un tiro de esquina que Brunelli cabecea en el primer palo, la pelota deriva a Salaberry que metió un derechazo inatajable para concretar la apertura. A partir de ahí, como es de suponer, los argentinos tiraron toda su batería de ideas ofensivas que chocaron con una defensa que jugó con la personalidad e inteligencia adecuada para defender una ventaja en el marcador. Y así se fue el partido. Con la victoria del darsenero que mostró todos los atributos que se deben tener en una ocasión como ésta.

La victoria se goza porque el plantel y el cuerpo técnico necesitaban una jornada como ésta. Y ni que hablar ésa maravillosa gente de la  “14” que los acompañó a Avellaneda. Pero además, como escribimos más arriba, éste funcionamiento requería una victoria para demostrar que no estuvo mal cuando se jugó así en Perú y en el Centenario ante Melgar y Cuiaba. Ahora ya está. La sudamericana ya fue. A partir de ayer la mente en el Apertura y en el resto de la temporada. Peñarol y Torque son los próximos escalones en los que hay que poner todas las baterías.

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1 comentario.

  • Carlos Calderón
    mayo 27, 2022 9:49 am

    Felicidades RIVER Plate, garra charrua, dejando todo en en la cancha de juego, anteponiendo el juego limpio y el respeto por el oponente.

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